sábado, septiembre 09, 2006

EN SOLEDAD DE UNA ISLA DESIERTA

Está es la historia de un bucanero. Como después de una gran tempestad en la q las olas tenían 10 ó 15 metros. Donde el viento aullaba como una manada de lobos hambrientos en pleno invierno. Y como su navío, orgullo de los hermanos d la costa. Velero rápido con tres mástiles. Con adornos d bellas sirenas y con el nombre d libertad. Fue tragado por la mar océana. Estuvo manteniendo el rumbo, evitando los peñascos. Gracias a él hubo alguna esperanza d supervivencia.Y cuando vio q era suicida mantenerse en el bajel. Cayo al mar, y resistir como pudo en la tempestad. Nadando al principio, buscando algún tablón para poder flotar.

Y cuando despertó, se encontró tendido en arena fina. Con el cuerpo destrozado, con una costilla doliéndole. Pero encontró cocoteros donde abrigarse y alimentos q recolecto y cazó. Construyo una cabaña. Y empezó a recordar como cultivar. Encontró semillas y empezó a construir una pequeña granja. Recordó su infancia, en una pobre villa, y como su padre trabajaba de sol a sol, para enriquecer al duque. Y gracias a él, pudo crecer y le dio la oportunidad d salir al mar. Se sintió feliz, cultivando la tierra y viviendo d su trabajo. Lejos del mar, fuera de los abordajes y el olor a sangre.

Pero un día vio acercarse unos navíos con la enseña de su graciosa majestad.....

2 comentarios:

Mayte dijo...

El mar la vida....aprendemos cada día de todas las emociones y oportunidades que nos brinda el destino en su camino.

Un bikiño!

mayra! dijo...

Hola!!!

Lindo texto... gracias a los padres sobrevivimos en la vida: por crianza o por contraejemplo ;)
Aún estoy en el mar, esperando una isla en la que encayar ;)
besos marinos

bye!!!